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El arte y la moda
Las conexiones entre el arte, la moda y la cultura comenzaron a surgir con la modernización de la sociedad en el siglo XIX y los avances técnicos. Han existido momentos en los que se ha evidenciado más esta relación.
Gustav Klimt y Emilie Flöge, representantes del movimiento modernista son de los primeros testimonios de que algo estaba cambiando en el modo de afrontar el diseño de moda a finales del siglo XIX. Crearon amplias túnicas para hombres y mujeres, inspiradas en los principios liberadores del modernismo, que huía de la opresión del corsé o de cualquier prenda que condicionara el movimiento y las formas naturales.
Sonia Delaunay (1885-1979), pintora y diseñadora franco-rusa, siguió con la idea de crear la imagen de la mujer moderna, con motivos abstractos sobre textiles, un reclamo artístico sobre una prenda de vestir: a partir del primer diseño, en 1911, alternó pintura y moda en su obra.
En la época del movimiento Art Déco (1920-1939), la moda influyó en el arte. Europa tenía una economía próspera y de gran lujo en el vestir. París era la capital de las tendencias con casas como Lanvin, Poiret o Paquin, entre otras. Pintores como George Barbier, Etienne Drian o Armand Valle, elaboraron maravillosas ilustraciones de moda que fueron obras de arte.
Durante el surrealismo en 1937 los diseñadores estaban fascinados con éste. Un ejemplo de estas colaboraciones fue el famoso Lobster Dress, creado por la italiana Elsa Schiaparelli y el gran Salvador Dalí. Dalí también diseñó portadas para la revista Vogue
En 1965 época de las vanguardias, el diseñador francés Yves Saint Laurent se inspiró en la obra del pintor Piet Mondrian, uno de los creadores del arte moderno junto a Picasso y Kandinsky. Saint Laurent dijo “La moda no es un arte, pero para dedicarse a ella hay que ser un artista (…) Mondrian fue el primer artista cuyo rigor no podía sino seducirme, también Matisse, Braque, Picasso, Bonnard, Léger. ¿Como habría podido resistirme al ‘pop-art’, que fue la expresión de mi juventud?”
Otro ejemplo es Issey Miyake (Japón, 1938), uno de los diseñadores más conocidos de Japón, sus diseños son referidos no como ropa, sino más bien como «arquitectura del arte». Sus prendas entregan al cuerpo en completa participación con el entorno que lo rodea. En su proceso creativo, el diseñador se entrega a los materiales y deja que ellos sean los que definan su estilo. El primer paso al recibir los materiales es descubrir sus inclinaciones naturales.
Una prenda de vestir es diferente a una pintura que se cuelga en la pared, o a una obra que se expone en un museo o una galería de arte, porque cobra vida e identidad en el momento en que una persona la utiliza o la lleva. Todos podemos usar la moda. Nos ayuda a identificarnos como individuos únicos, nos empodera. A través de la moda podemos hacer del arte algo más tangible y democrático; algo alcanzable.
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